lunes, 29 de septiembre de 2008

29 agosto-1sept. Cartagena de Indias

Para el fin de semana de Labor Day, hicimos el último viaje de este año. Lo cierto es que no me podré quejar nada, ya que he pasado el mejor año de mi vida y he viajado más de lo que jamás hubiera imaginado.

Pues a lo que iba, para este viaje fuimos Víctor, Eva (becaria en Ecuador), y yo. Cartagena de Indias es la ciudad colonial más bonita y mejor conservada de América Latina. Por doquier hay edificios de colores con puertas de madera, la gente es muy amable y servicial, y se da un ligero aire a España... aunque no es tan parecido como San Juan de Puerto Rico a Cádiz.

El sábado fuimos a una excursión a las Islas del Rosario, un parque natural con muchas islas caribeñas (pero solo 3 habitadas). Yo quería ir a Isla Grande porque un chico que trabaja aquí me pidió que le entregara una carta a unos chicos que vivían en un poblado, ya que él estuvo el año pasado allí con una ONG. La isla está bonita, pero se ve de lo más pobre, con un mini resort en donde nos llevó el tour y poco más. Hicimos un poco de buceo, visitamos el pueblo, hablamos con la gente de allá, les dimos la carta y comimos un pescado buy rico en el hotelillo.






Por la tarde fuimos a una playa que hubiera estado muy bien de no ser por los vendedores que eran un puto coñazo. Nos sentamos a tomar algo a un barecillo, y Eva y yo nos fuimos a bañar. Cuando regresamos vimos que Victor había hecho muchos "nuevos amigos" que se habían sentado con él en las mesas y que le estaban intentando vender de todo. Al vernos, también empezaron a darnos la coña y a pedirnos insistentemente que les compráramos su horrible artesanía, que si eran pobre, que si viva españa, que si tengo familia, que si te doy un masaje, así durante más de media hora... al final nos pusimos de muy mal humor y nos fuimos de ahí casi a gritos con ellos.





Esa noche, dimos una vueltecilla por la ciudad, cenamos en una plaza muy chula una comida exquisita, y nos dimos una vuelta por la zona de bares, aunque estábamos muy cansados para farrear. Encontramos un bar que estaba en un baluarte y tenía música en "directo" (era un tipo que hacía que cantaba pero lo que sonaba era su disco, que estaba promocionando, jajaja). Nos tomamos una copa y volvimos para el hotel (que por cierto estaba muy bonito y bien de precio, el hotel 3 banderas).






El domingo nos dedicamos a patear la ciudad, visitamos el castillo de San Felipe, que es bastante grande y que cuenta con la peculiaridad de que tiene unas catacumbas bastante largas y tenebrosas.












De ahí nos pateamos todo el centro histórico, que no es tan grande, pero que merece mucho la pena caminar. Lo único malo es que hacía un calor insoportable y pegaba el sol de una manera brutal.













Tras despedir a Eva, que se iba antes, descansamos un ratito en el hotel y volvimos a dar otra vuelta, pero con el calor que hacía decidimos ir a un café a estar al fresco... de ahí fuimos al Café del mar, que estaba en otro baluarte, a ver la puesta de sol, que desde ahí se hacía impresionante... Para despedir el viaje, regresamos a la plaza tan chula a cenar en un restaurante con balconcito (en plan cena romántica) y para la cama.




El viaje de vuelta merece especial mención, ya que los controles en el aeropuerto de cartagena, nos tuvieron como 1,5 horas dando vueltas por controles de pasaportes, equipajes, registros pagos de impuestos, aduanas... fue un dolor!

De todos modos, el viaje merece mucho la pena, es cierto que el sitio no da más que para un fin de semana, pero es para pasar 3 días casi en la gloria!

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