lunes, 31 de marzo de 2008
31 de marzo. De vuelta en Miami
Hola a tod@s! Hace ya un mes que no escribía nada, pero no ha sido por falta de ganas sino porque he estado todo el mes fuera de casa. Ha sido un mes muy ajetreado, ya que después de Guatemala estuve como 10 días en Miami, pero luego me fui a una feria de música a Austin, TX, justo a mi vuelta me fui de vacaciones a Ecuador y de nuevo, al día siguiente de regresar, me enviaron a una feria de educación a Nueva York. Así que la verdad es que no he podido parar. Por suerte, ya me voy a quedar un tiempo por Miami, con lo que podré estabilizarme un poco. Además hay cierto conflicto en la oficina por el tema de las ferias, por lo que no sé si seguiré viajando con tanta frecuencia... bueno, habrá que ver qué pasa.
De
Hola a tod@s! Hace ya un mes que no escribía nada, pero no ha sido por falta de ganas sino porque he estado todo el mes fuera de casa. Ha sido un mes muy ajetreado, ya que después de Guatemala estuve como 10 días en Miami, pero luego me fui a una feria de música a Austin, TX, justo a mi vuelta me fui de vacaciones a Ecuador y de nuevo, al día siguiente de regresar, me enviaron a una feria de educación a Nueva York. Así que la verdad es que no he podido parar. Por suerte, ya me voy a quedar un tiempo por Miami, con lo que podré estabilizarme un poco. Además hay cierto conflicto en la oficina por el tema de las ferias, por lo que no sé si seguiré viajando con tanta frecuencia... bueno, habrá que ver qué pasa.
miércoles, 5 de marzo de 2008
28 feb - 3 marzo. Regreso a Guatemala!!!
Bueno, la verdad es que me da mucha pereza escribir sobre guatemala, sobre todo después de los pedazo de relatos que tanto Marta como Noelia se han marcado. A mi me cuesta un poco más describir con tanto detalle, pero bueno, se hará lo que se pueda. Este viaje fue de tan solo 3 dias y medio, aunq cundió como para mucho más. Llegamos en jueves por la tarde a Guatemala y nos fuimos a cenar con Blete, Martín, Juan, Ana y María, los becarios de allá, q son todos la hostia! Fue comida guatemalteca, muy muy similar a la mexicana, de hecho.
El día siguiente nos levantamos para ir a Flores en avión, al llegar allá desayunamos en el aeropuerto y alquilamo una furgoneta que nos llevó hasta Yaxha, unas ruinas mayas en el corazón de la selva. El día estaba medio nublado, así q lo vimo todo con una luz gris que le otorga a los monumentos un halo de misterio.
Bueno, pues estuvimos paseando entre los árboles, los monos aulladores (que suenan como los dinosaurios de Jurassic Park) y las hormigas que me comieron vivo en un momento en el que me paré sobre un hormiguero.
Nos íbamos a haber quedado a ver el atardecer, pero como estaba nublado, tomamos una barca y fuimos a la isla de Topoxté, en donde había una ruina en la jungla y una mona araña que se quedó con nosotros comiendo de nuestras galletas. Esa noche regresamos al Remate a dormir en un hostal hasta la mañana siguiente.
El segundo día nos levantamos a las 3am para ir a ver amanecer desde las ruinas de Tikal. Fuimos en la furgoneta hasta la entrada, y todo estaba muy oscuro,nos juntamos con el grupo y caminamos durante media hora por la osuridad más absoluta, hasta llegamos a ver la silueta de los templos con nuestras linternas. Subimos hasta el templo IV y allá estábamos todo el grupo (de unos 25) sentados en el fresco.
Fue una lástima ver cómo iba amaneciendo y lo q se veia no era más que niebla y niebla... no obstante,las vistas eran una pasada, ver las siluetas entre la niebla de las pirámides fue de impresión.
El resto de la mañana fuimos con un guía a ver todo el complejo (con 38 edificaciones) y aprendimos sobre historia, política,botánica y animales!) Fue muy completo!
De ahí bajamos a desayunar y estábamos tan cansados ( y solo era medio dia) que decidimos regresar a Flores a ver el pueblo y descansar un rato. Vimos el pueblecito, muy típico y tranquilo y tomamos un tour en barca por el lago que rodea a Flores. De ahí al aeropuerto y a casa de Blete en Guatemala, en donde cenamos y nos echamos a dormir.
El domingo teníamos que haber ido a Chichicastenango y al lago Atitlán, pero a Blete le pico un bicho q le dio fiebre y tuvimos q cambiar los planes. El plan alternativo fue ir a Antigua Guatemala a pasar el día, y no fue para nada un error. Estuvimos todo el día paseando por la ciudad, de compras, en pleno ambiente de semana santa...
Es una ciudad totalmente colonial, a mi gusto muy parecida a Oaxaca, aunque la diferencia es que en Antigua hay muchas ruinas ocasionadas por un terremoto (supuestamente).
A la vuelta, ya pensábamos que nuestro viaje se había terminado, cuando vino Juan, un becario de allá y nos consiguió una excursión nocturna al Pacaya, un volcán en activo que no para de emanar ríos de lava. Tuvimos que caminar durante 1,5 horas cuesta arriba hasta llegar a un punto en el que se veía a un lado toda Guatemala y al otro los ríos de lava incandescente. El terreno era bien inestable, con rocas volcánicas afiladas y con uans temperaturas extremas. El calor era casi insoportable, pero las vistas eran impresionantes. A la vuelta, sobre la 2am, estábamos exhaustos, pero encantados de haber decidido hacer la excursión.
Ahí se nos acabó la excursión, y comenzaba un periodo de depresión postvacacional de traca! Pero el viaje fue toda una experiencia!
El día siguiente nos levantamos para ir a Flores en avión, al llegar allá desayunamos en el aeropuerto y alquilamo una furgoneta que nos llevó hasta Yaxha, unas ruinas mayas en el corazón de la selva. El día estaba medio nublado, así q lo vimo todo con una luz gris que le otorga a los monumentos un halo de misterio.
Bueno, pues estuvimos paseando entre los árboles, los monos aulladores (que suenan como los dinosaurios de Jurassic Park) y las hormigas que me comieron vivo en un momento en el que me paré sobre un hormiguero.
Nos íbamos a haber quedado a ver el atardecer, pero como estaba nublado, tomamos una barca y fuimos a la isla de Topoxté, en donde había una ruina en la jungla y una mona araña que se quedó con nosotros comiendo de nuestras galletas. Esa noche regresamos al Remate a dormir en un hostal hasta la mañana siguiente.
El segundo día nos levantamos a las 3am para ir a ver amanecer desde las ruinas de Tikal. Fuimos en la furgoneta hasta la entrada, y todo estaba muy oscuro,nos juntamos con el grupo y caminamos durante media hora por la osuridad más absoluta, hasta llegamos a ver la silueta de los templos con nuestras linternas. Subimos hasta el templo IV y allá estábamos todo el grupo (de unos 25) sentados en el fresco.
Fue una lástima ver cómo iba amaneciendo y lo q se veia no era más que niebla y niebla... no obstante,las vistas eran una pasada, ver las siluetas entre la niebla de las pirámides fue de impresión.
El resto de la mañana fuimos con un guía a ver todo el complejo (con 38 edificaciones) y aprendimos sobre historia, política,botánica y animales!) Fue muy completo!
De ahí bajamos a desayunar y estábamos tan cansados ( y solo era medio dia) que decidimos regresar a Flores a ver el pueblo y descansar un rato. Vimos el pueblecito, muy típico y tranquilo y tomamos un tour en barca por el lago que rodea a Flores. De ahí al aeropuerto y a casa de Blete en Guatemala, en donde cenamos y nos echamos a dormir.
El domingo teníamos que haber ido a Chichicastenango y al lago Atitlán, pero a Blete le pico un bicho q le dio fiebre y tuvimos q cambiar los planes. El plan alternativo fue ir a Antigua Guatemala a pasar el día, y no fue para nada un error. Estuvimos todo el día paseando por la ciudad, de compras, en pleno ambiente de semana santa...
Es una ciudad totalmente colonial, a mi gusto muy parecida a Oaxaca, aunque la diferencia es que en Antigua hay muchas ruinas ocasionadas por un terremoto (supuestamente).
A la vuelta, ya pensábamos que nuestro viaje se había terminado, cuando vino Juan, un becario de allá y nos consiguió una excursión nocturna al Pacaya, un volcán en activo que no para de emanar ríos de lava. Tuvimos que caminar durante 1,5 horas cuesta arriba hasta llegar a un punto en el que se veía a un lado toda Guatemala y al otro los ríos de lava incandescente. El terreno era bien inestable, con rocas volcánicas afiladas y con uans temperaturas extremas. El calor era casi insoportable, pero las vistas eran impresionantes. A la vuelta, sobre la 2am, estábamos exhaustos, pero encantados de haber decidido hacer la excursión.
Ahí se nos acabó la excursión, y comenzaba un periodo de depresión postvacacional de traca! Pero el viaje fue toda una experiencia!
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